En estos consultorios de proximidad no habrá consulta
semanal programada, es decir, no irán ni médicos ni enfermeras a las horas de
consulta en horario establecido, tal y como sucede ahora. Los profesionales
sanitarios sólo acudirán al consultorio previa cita concertada o a petición
(telefónica, telemática…) del paciente.
En resumen, se llevan los médicos y enfermeras de los
pueblos. Desde la Junta, el PP y Cs, quienes perpetran esta salvajada contra el
medio rural, se esfuerzan en decir que no se cerrarán consultorios pero, por
mucho que se empeñen en engañarnos, la realidad es tozuda: un consultorio
médico sin médico no es un consultorio. Además, demuestran tener mucha cara,
porque los consultorios locales no son titularidad de la JCyL, sino de los
ayuntamientos, por lo que no tienen potestad para cerrarlos, pero sí para
despojarlos de profesionales y someterlos al abandono y la inutilidad.
En cuanto a los pueblos donde sí hay centro de salud, o
aquéllos poquísimos (de cierto tamaño, en todo caso) que puedan ser agraciados
con la creación de un CRA, tanto unos como otros se verán afectados de manera
clara y directa, ya que los médicos rurales (y el personal de enfermería,
claro) están adscritos a centros de salud, que verán mermadas sus plantillas y
reducida su acción comarcal, o sea, que cuando quitan médicos de los municipios
pequeños (casi todos), quitan necesariamente médicos de los actuales centros de
salud y despojan a nuestros territorios de uno de los servicios más esenciales
para que nos mantengamos en los pueblos. Por supuesto, no hay mayor
incoherencia que hablar de lucha contra la despoblación rural y agredirnos de
una forma tan brutal.
Es fundamental hacernos ver y oír, y que se escuche a los
pueblos. Así que arrancamos el año colocando pancartas en los pueblos, con el
lema NUESTRO MÉDICO SE QUEDA. Tal vez lo más sangrante de esta agresión institucional sea
que se permitan decir que no se cerrará ningún consultorio local. ¡Faltaría
más! Los consultorios locales son propiedad de los ayuntamientos, y no de la
JCyL. Pero si nos despojan de su sentido, del personal sanitario en horario
ordinario, serán otra cosa, pero no consultorios médicos. La estrategia de la Junta de Castilla y León es evidente:
consciente de su patética falta de gestión de la sanidad rural durante tantos
años, de la pérdida de profesionales que ha provocado su dejadez, de su
incapacidad para convocar las plazas necesarias y para dotar a nuestros
territorios del personal adecuado. Quienes gobiernan nuestra comunidad autónoma
comienzan a dejar claro que lo que pretenden es quitarse el problema de encima,
reduciendo la asistencia sanitaria rural a situaciones de urgencia. Por
supuesto, desde la plataforma “NUESTRO MÉDICO SE QUEDA”, no estamos dispuestos
ni a consentirlo ni a callarnos.
En el capítulo 4 del documento lo dejan claro: “Se trata de
pasar de una organización que se fundamenta en la asignación de una demarcación
territorial asistencial a un profesional, a una organización que se fundamenta
en la asignación de un cupo poblacional asistencial a cada profesional.”