MANIFIESTO LEÍDO EN VILLORIA EL 15 DE FEBRERO DE 2020.
En el pasado mes de noviembre, hace ahora tres meses, amanecimos con una
terrible amenaza para la vida en nuestros pueblos y para nuestro futuro. La
Junta de Castilla y León publicaba el documento marco con su nuevo modelo de
asistencia sanitaria para el medio rural. En una primera lectura la sensación
es de perplejidad: sencillamente, no te lo crees. Después, a medida que se profundiza
en el documento, la incredulidad se convierte en indignación y, por fin, uno se
da cuenta de que la única manera de repeler un ataque es una buena defensa.
Si la Junta consigue sacar adelante su reforma sanitaria rural, significará
la puntilla para los pueblos, para las zonas más castigadas por el
envejecimiento demográfico y la despoblación; en definitiva, para nuestros
territorios más vulnerables.
Quieren agrupar consultorios, concentrando la asistencia médica en unas
pocas localidades con Centro de salud y en un número pequeño de Consultorios
Rurales de Agrupación. Los demás consultorios, la inmensa mayoría, pasarán a
llamarse Consultorios de Proximidad. Pues bien, la Junta quiere terminar con la
asistencia sanitaria ordinaria en estos consultorios, quieren llevarse de la
mayor parte de nuestros pueblos las consultas de medicina y enfermería que hoy
se realizan en horario semanal preestablecido. Para que nos atiendan, será
necesario concertar cita previa con el profesional médico o de enfermería, o bien
solicitar la cita por vía telefónica o telemática. Dicho de otro modo, han
decidido llevarse a los médicos de nuestros pueblos.
Pasando por alto el deterioro de la asistencia sanitaria rural en Castilla
y León de los últimos años, hoy cualquier vecino de un pueblo puede ir a su
consultorio a la hora en que sabe que estarán el médico o la enfermera. Esa
certeza es esencial para nosotros, especialmente para las personas mayores.
Arrebatárnosla es condenarnos.
Queridos amigos y amigas, esto no es una reforma, son recortes, y comienzan
por los territorios más despoblados, envejecidos y vulnerables, donde habitan
quienes más van a sufrirla y menos van a contestarla. Una reforma de verdad
comenzaría con un análisis del territorio, con un mapa donde se indiquen las
necesidades de cada núcleo de población y se explique cómo se van a atender. En
todo caso, debe partir de consultas previas a municipios, vecinos y
profesionales. Su reforma, señores de la Junta de Castilla y León, es de
despacho: para ustedes, quienes poblamos las tierras rurales de Castilla y León
no somos personas, somos “masa crítica”, y parece ser que no merecemos un
horario fijo de atención de médicos y enfermeras en nuestros consultorios. No
es una reforma, es el desmantelamiento de la asistencia sanitaria en el medio
rural de Castilla y León.
Señores gobernantes de la Junta de Castilla y León, Señora Consejera de
Sanidad, Señor Presidente:
1. Ustedes tratan de confundirnos al insistir en que "no se cerrará
ningún consultorio”. Por supuesto, faltaría más: los consultorios locales son
nuestros, de los municipios, de los pueblos y sus vecinos, y no los cerraremos,
pero un consultorio sin médico ni enfermera no es un consultorio.
2.Tratan de esconder el fondo de su reforma tras sus promesas de aumentar
servicios asistenciales. ¿A qué esperan?, ¡háganlo ya!, y garanticen los
desplazamientos desde cualquier pueblo al centro de salud. Pero no se lleven a
los médicos y enfermeras de nuestros consultorios locales.
3. Tratan de confundirnos cuando afirman “no vamos a dedicar un médico
a cincuenta cartillas”. Evidentemente: cada médico rural tiene a su cargo
varios consultorios, y ningún pueblo pretende más que las horas que le
corresponden. Pero ese tipo de declaraciones revelan su desprecio por el medio
rural.
4. Tratan de confundirnos cuando hablan de “favorecer nuevos modelos de
atención, como la consulta telefónica”: ¿a qué esperan?, ¡háganlo!, pero como
complemento a la asistencia personal ordinaria de médicos y enfermeras en todos
los consultorios locales.
5. Tratan de confundirnos al pregonar las maravillas de la sanidad
rural en Castilla y León, anunciando además aumentos de plantilla ficticios.
Sólo es otro modo de desviar el debate con mentiras para hablar de todo menos
del futuro que nos preparan.
Queridos amigos y amigas, NUESTRO MÉDICO SE QUEDA es una campaña abierta a
cualquiera que quiera defenderse ante el desmantelamiento de la sanidad rural
que planea la Junta. Nos apoyan asociaciones, profesionales sanitarios,
alcaldes de diferentes signos políticos y, sobre todo, los vecinos de los
pueblos, cada día más y en más lugares de Castilla y León. Otros han decidido
anteponer los intereses políticos de la Junta a la digna defensa de sus
vecinos, y se esfuerzan en desprestigiarnos y en engañar a cuantos pueden. Hoy, ante el centro de salud de
Villoria, todos los presentes estáis dando una lección de dignidad al uniros
para reclamar los mismos derechos que cualquier habitante de cualquier ciudad,
ni uno más pero ninguno menos. Quienes poblamos el medio rural de estas tierras
pagamos nuestros impuestos y haremos valer nuestros derechos y nuestro futuro.
Defendernos no es cuestión de calidad de vida, es cuestión de supervivencia.
¡¡Por la permanencia de los médicos en nuestros consultorios, por el
mantenimiento de la asistencia sanitaria ordinaria en todo el medio rural de
Castilla y Léon!! …
NUESTRO MÉDICO SE QUEDA